Sibila Eritrea pintada por Miguel Ángel |
Aunque el Tarot es un diseño particular de cartas, digamos que hoy en día se llama Tarot a cualquier mazo de cartas empleado para la adivinación, sean éstas o no exactamente un Tarot. A modo de ejemplo, normalmente uno llama Coca-Cola a todas las colas que existen en el mercado puesto que es la que dio fama a este tipo de bebidas; así como rimmel a las mascarillas para las pestallas a pesar de responder al nombre de la marca más conocida en su momento de este tipo de mascarilla. En realidad, como digo, Tarot es un tipo determinado de cartas que siguen una estructura específica y que puede componerse de 22 o 78 cartas (según contenga sólo los Arcanos Mayores o que se incluyan también los Menores). Sin embargo, vemos que existen muchos mazos que se guían por estructuras diferentes, con números de cartas variables y diseños totalmente diversos; pero lo importante es de lo que tratan básicamente y de para qué se usan, y eso es lo que vamos a ir determinando.
Alguno se preguntará qué tiene todo esto que ver con un blog que trata de focalizarse en la toma de conciencia; y ahí radica el punto de interés de este artículo. Y es que tanto el Tarot, como otros cartas, así como el I Ching, un libro oracular de gran enseñanza filosófica y de conducta, nos ayudan fundamentalmente a esto precisamente: a tomar conciencia, a hacernos conscientes de lo que está pasando.
Desgraciadamente, las consultas basadas en cartomancia o cualquiera de las mancias conocidas, buscan desvelar el futuro, en vez de profundizar en el presente para que el futuro se vaya forjando de manera consciente. Muchas veces no necesitamos saber lo que va a suceder, sino cómo debemos manejarnos, cómo desarrollarnos de la manera más correcta, cómo aprender de las circunstancias; y para todo esto el Tarot es muy sabio.
Toma de conciencia, aprendizaje, valoración, son palabras que suelen encontrarse muy poco en quienes consultan estos oráculos, y sin embargo considero que son las palabras de más valor, porque la idea es aprender y aplicar nuestra capacidad para ello, para discernir, para ver no sólo nuestro enfoque personal sino adentrarnos en otros enfoques más amplios; salir de nuestro pequeño esquema mental y buscar consejo en quien tiene una visión más amplia de las cosas y que está dispuesto a enseñarnos a ver una parte más amplia de las mismas.
Pero ¿quién es este alguien que nos informa a través del Tarot? Como veréis en el próximo artículo hay multitud de teorías al respecto; teorías, hipótesis, más que certezas absolutas; pero como digo... eso lo veremos próximamente.
Desgraciadamente, las consultas basadas en cartomancia o cualquiera de las mancias conocidas, buscan desvelar el futuro, en vez de profundizar en el presente para que el futuro se vaya forjando de manera consciente. Muchas veces no necesitamos saber lo que va a suceder, sino cómo debemos manejarnos, cómo desarrollarnos de la manera más correcta, cómo aprender de las circunstancias; y para todo esto el Tarot es muy sabio.
Toma de conciencia, aprendizaje, valoración, son palabras que suelen encontrarse muy poco en quienes consultan estos oráculos, y sin embargo considero que son las palabras de más valor, porque la idea es aprender y aplicar nuestra capacidad para ello, para discernir, para ver no sólo nuestro enfoque personal sino adentrarnos en otros enfoques más amplios; salir de nuestro pequeño esquema mental y buscar consejo en quien tiene una visión más amplia de las cosas y que está dispuesto a enseñarnos a ver una parte más amplia de las mismas.
Pero ¿quién es este alguien que nos informa a través del Tarot? Como veréis en el próximo artículo hay multitud de teorías al respecto; teorías, hipótesis, más que certezas absolutas; pero como digo... eso lo veremos próximamente.
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